El arduo caminar compromete a esta vida mi fortuita existencia, cuya frase despertó de mi somnolencia extinguida, una fría noche y un recuerdo lejano, llenaron de sentimientos mi inerte cuerpo sodomizado por la gula de tu desprecio… ¡Que me coman los gusanos!
No hay comentarios:
Publicar un comentario